El piloto Juan Manuel Fangio, quíntuple campeón de la Fórmula Uno, cumpliría hoy 100 años y argentina lo tiene en sus recuerdos permanentemente.
Nació un 24 de junio de 1911, en la cuidad de Balcarce, y desde muy chico mostro su pasión por los autos. Abandonó sus estudios para dedicarse a la mecánica, y en 1936 participó, con un Ford, en
una carrera no oficial en Marcos Juárez.
En 1938 ya corría en Turismo Carretera con su Chevrolet y el apodo de “el Chueco”, en 1940 obtuvo el Gran Premio Internacional del Norte, y se consagró como Campeón Argentino de Turismo Carretera, título que reivindicó al año siguiente.
En 1947, con la colaboración del Gobierno Nacional, participó en carreras llevadas a cabo en Europa y en 1950, se convirtió en piloto de Alfa Romeo.
“El Maestro”, apodo que se ganó, asusto al público mundial en 1952, al vivir un accidente en el circuito italiano de Monza, que lo mantuvo alejado de la actividad por un breve lapso.
Entre 1951 y 1957, obtuvo cinco títulos mundiales de Fórmula Uno, con tres marcas diferentes, Mercedes Benz, Maserati, Alfa Romeo y Ferrari. Se retiró el 6 de junio de 1958, luego de protagonizar un secuestro que duro 26 días.
Mantuvo el récord del piloto con más títulos en la máxima categoría del motor, hasta que fue desplazado por Michael Schumacher en 2003.
Murió a los 84 años, el 17 de julio de 1995 pero además de colocar a Argentina en la historia mundial nos dejo una frase que más de uno la tendría que aprender: “No hay que creerse el mejor, sino tratar de serlo”.
Así corría Juan Manuel Fangio:
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