(Por Federico Camps) – Los que no son del palo, pueden llegar a decir
que el automovilismo es un deporte individualista porque uno solo es el que
corre, pero ni cuando están arriba de los autos, los pilotos están solos.
En un fin de semana de Turismo Carretera hay un promedio 43
pilotos de TC y 30 de TC Pista. Cada auto pertenece a un equipo y cada uno de
estos tiene un plantel de mecánicos que van con el mismo objetivo que el
piloto, la victoria.
En reiteradas ocasiones escuchamos luego de hacer una pole
positions o ganar una serie decir:
“Hicimos unos cambios que le cayeron bien al
auto”, o quizás más directamente: “Le agradezco a mi equipo que no paro de
laburar para darme este misil”. En cualquiera de las frases los protagonistas
son los pilotos, pero siempre hablan de un conjunto, de un “hicimos”,
incluyendo a cada parte del equipo.
Cuando agradecen a los chicos de trabajaron sobre el auto,
se refieren desde el encargado del auto hasta el que ayudo el menor detalle.
Cada máquina tiene una persona que es responsable del auto, a su vez este puede
tener dos o más ayudantes, depende la estructura. Ellos van desarmar y armar
por completo el auto antes y después de cada carrera, y durante el fin de
semana serán la mano de obra para poner a punto la unidad.
Una pieza que no deja de ser importante, es el gomero, que
se encarga durante los tres días de actividad de los neumáticos que utilizará
el corredor en cada salida a pista y preparará los nuevos para cuando sea
conveniente. Además, serán dos manos muy útiles que ayudarán a descargar el
semi.
Luego se encuentra el motorista con sus ayudantes, que puede
ser parte del equipo o contratado únicamente para el alquiler del impulsor y el
chasista, que se encarga de la aerodinámica del auto. Estos dos -probablemente-,
son los más responsables a la hora de resultados, ya sean positivos o
negativos.
Con el auto armado, motor instalado, neumáticos para pruebas
y el “ok” del jefe del equipo, el piloto puede salir al primer entrenamiento,
no antes sin pasar a firmar el libro de presencia de la categoría, donde tendrá
que tener a otra persona más a su lado: el concurrente, quien podrá ser
cualquier mecánico u otra persona únicamente para eso. Este será su
representante ante los comisarios deportivos cuando este en carrera y necesite
hacerle llegar un mensaje, ya sea porque un piloto le barre la pista o por alguna
injusticia que pueda percibir.
Al habilitarse la pista, saldrá a la cinta asfáltica pero
como en los boxes el piloto no estará solo, sino acompañado por una voz en la
radio que le irá cantando los tiempos que hace en cada parcial y los tiempos de
vuelta.
La cantidad de personas que trabajan en cada auto va a
depender el presupuesto que tenga cada uno, pero lo que nunca va a cambiar, es
que cuando llega el Turismo Carretera a un autódromo, hay ciento de personas
que van por algo que uno solo equipo va a conseguir, subir a lo más alto del
podio y poder descorchar ese champagne que sin importar su marca, en ese
momento se transforma en el más rico del mundo.
0 comentarios: