El
7 de abril de 1968, el circuito Hockenheimring en Alemania vivió uno de los momentos más trágicos de la historia
del automovilismo mundial con la muerte del escocés, Jim Clarck, en una
competencia de Fórmula Dos.
A
45 años de la desaparición física del dos veces campeón de Fórmula Uno, que
dejó su vida a su pasión al impactar contra unos árboles, la causa del despiste
todavía es una incógnita. Aunque se lo asocia a la perdida de presión en uno de
sus neumáticos trasero.
A
fines de la década del 60, los pilotos de Fórmula Uno participaban en algunas
carreras de la Fórmula Dos para tener más continuidad y competir todos los
fines de semana.
La
noche del 6 de abril de 1968 había llovido mucho, por lo que al otro día el
asfalto no tenía la adherencia apropiada. Clark se encontraba en la octava
posición, luego de hacer una parada por los boxes, y cuando transitaba a poco
más de 140 kilómetros por hora, su auto se despistó, chocó y murió al instante.
Pero
su muerte no fue en vano. Su accidente fue el fin de la era de una Fórmula Uno
amateur. Tras su colisión las autoridades junto a los demás pilotos impulsaron
un cambio y decidieron colocar guardarrail al costado de las pistas, sacar
todos los arboles que se encontraran cerca, tapar algunas zanjas y quitar los
taludes.
El
primer paso a la Fórmula Uno súper profesional que hoy en días conocemos se dio
con la muerte de Clerk, considerado uno de los mejor pilotos de la historia.
En los 63 años de antigüedad de la categoría más
importante de mundo motor, 33 pilotos pudieron conquistar al menos un
campeonato, pero solo 15 fueron quienes pudieron repetir.
Clark fue uno de ellos. En 1963 y 1965 se
consagró campeón de la Fórmula Uno, en 1962 se quedó con el subcampeonato y en
1964 y 1967 se ubicó tercero. El escocés logró 25 victorias, 32 podios, 33 pole
positions y 28 vueltas rápidas en 73 grandes premios disputados.
Desde su primera participación en la categoría,
en el Gran Premio de Holanda 1960, a su última, en Sudáfrica 1968, año de su
muerte, Jim Clark participó con una sola escudería, Lotus.
La
muerte del británico se la compara con la del brasileño, Ayrton Senna, en 1994,
debido a sus repercusiones mundiales y a que luego de sus accidentes fatales la
categoría impulso grandes cambios en la mejora de la seguridad.
La
Fórmula Uno y todos sus fanáticos recordarán por siempre el 7 de abril de 1968,
como el día del antes y después de Jim Clark.
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